Al poco tiempo de comer, el joven comenzó a mostrar algunos síntomas. Entre ellos: dolor abdominal, náuseas seguidas de escalofríos y vómitos, rigidez en la nuca.
Un joven de 19 años contrajo una infección grave al comer las sobras de la comida de un colega y le amputaron las piernas y los dedos. El paciente pasó por cuatro hospitales para realizarse el tratamiento.
El caso tuvo lugar en Estados Unidos en 2021, pero recién repercutió esta semana. Según el New England Journal of Medicine, el joven habría comido pasta y pollo, ordenados por un colega con el que compartía la casa. La comida había sido comprada la noche anterior, pero el colega no la consumió por completo y se sintió mal poco después de comerla.
Al poco tiempo de comer, el joven comenzó a mostrar algunos síntomas. Entre ellos: dolor abdominal, náuseas seguidas de escalofríos y vómitos, rigidez en la nuca, visión borrosa, dolores de cabeza, dificultad para respirar y dolores en el pecho.
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Cuando fue hospitalizado por primera vez, los médicos comprobaron que tenía una buena oxigenación de la sangre, a pesar de su palidez y un ligero salto en el ritmo cardíaco y la presión arterial. Por lo que fue derivado a otra unidad de salud, donde comenzó a presentar dificultad para respirar y baja oxigenación de la sangre.
Ya en el tercer hospital, los niveles de presión y pulso bajaron significativamente, complicando aún más el estado del joven. A partir de ese momento le aparecieron en el cuerpo varias burbujas con pus, por lo que tuvo que ser trasladado nuevamente, esta vez en helicóptero.
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Debido a la grave infección, perdió las piernas y los dedos. En el hospital, el personal médico revisó los antecedentes familiares del paciente y descubrió que no tenía alergias conocidas y que había recibido todas las vacunas de su infancia. Sin embargo, su padre tenía enfermedad de las arterias coronarias; su madre, hipotiroidismo; y su hermano tuvo meningitis viral a las 6 semanas de edad.
