Elon Musk, pidió al personal, que no despidió, que trabajen mínimo 24/7 para poder activar, lo más rápido posible, Twitter 2.0 y miles renunciaron.
El ultimátum de Elon Musk fracasó. Luego de que el multimillonario advirtiera a los empleados de Twitter que o aceptaban una alta carga de trabajo o renunciaban, la red social sufrió una estampida, que amenaza incluso su funcionamiento.
El viernes, la empresa cerró sus oficinas, que solo reabrirán el lunes, y todos los ingenieros de software fueron convocados a una reunión urgente con Musk, quien incluso publicó un enigmático “entierro de Twitter” en la plataforma, con el hashtag #RIPTwitter.
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Según los informes, una red interna de mensajería de Twitter se inundó de mensajes de despedida. Los sitios estimaron la cantidad de trabajadores que optaron por no participar entre 1000 y 1500, según The The New York Times.
Teniendo en cuenta que, nada más tomar el control de Twitter, hace unas tres semanas, Musk despidió a la mitad de los 7.500 empleados de la empresa, se estima que la plataforma ya ha perdido casi el 70% de su plantilla.
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“Es un escenario bastante sombrío”, dijo a Bloomberg el ingeniero de sistemas Glenn Hope, que ha trabajado en Facebook e Instagram. “La cantidad de conocimiento perdido es simplemente asombrosa, probablemente sin precedentes.
Él y otros expertos han advertido sobre lo que podría significar la fuga de personal para Twitter. La plataforma requiere un mantenimiento y ajuste constante de sus sistemas; sin él, los pequeños problemas pueden convertirse en fallas importantes, lo que podría causar una brecha de seguridad y permitir el acceso a los datos de los usuarios.
La plataforma también puede ralentizarse durante un período de mucho tráfico de usuarios, como los comentarios durante un partido de la Copa Mundial.
