Ambos equipos coinciden en el pensamiento de que se está perdiendo dinero. Vender en una situación de crisis supone aceptar una oferta menor a la del valor real de la competición. Es una hipoteca de 40 años en la que CVC se llevará el 10% de los beneficios de la competición. Mientras tanto, se está estudiando la viabilidad de la operación, ya que los dos clubes entienden que tienen perdida la última votación que se llevará a cabo el próximo lunes en la sede de La Liga.

El Real Madrid puso a trabajar a todos sus servicios legales para conocer todas las aristas de esta situación y emitió un comunicado. Se está estudiando la posibilidad de denunciar, pero todavía no hay una decisión final. Podrían llegar acciones legales para impugnar esta decisión que se rubricará la próxima semana, ya que el resto de los clubes, tanto de Primera como de Segunda División están alineados con Javier Tebas en esta operación con la que el presidente de LaLiga se quiere coronar.
El acuerdo que podría aportar a corto plazo 270 y 261 millones para Barça y Real Madrid, respectivamente, ha provocado crispación en ambas directivas. No contaban con este acuerdo, están indignados porque se haya forjado a sus espaldas y no están de acuerdo en la firma. Todo esto, con un proyecto como la Superliga Europea de fondo a la que ambos clubes sigien adscritos, así como el Atlético de Madrid, a pesar del anuncio de su salida.
“La negociación se ha hecho sin un proceso competitivo y las condiciones económicas pactadas con el fondo CVC le dan unas rentabilidades de más del 20% anual”, denunció el Real Madrid.
El miércoles, LaLiga anunció un principio de acuerdo por el que el fondo de inversión CVC Capital Partners pagaría 2.700 millones de euros (3.200 millones de dólares), en una operación que permitirá “dotar a LaLiga y los Clubes de recursos con el objetivo de continuar la transformación hacia una compañía global de entretenimiento digital”.
En la cesión no entran los derechos de televisión, aclaró la LaLiga, que en su último contrato, de 2019 a 2022, por tres temporadas, adjudicado a la empresa Telefónica, le aportaron 3.400 millones de euros (4.025 millones de dólares).
En el mismo sentido, el FC Barcelona afirmó que “considera inapropiado la firma de un contrato de medio siglo ante las incertidumbres que siempre rodean el mundo del fútbol”. El comunicado, que afirma que las condiciones del contrato “condenan el futuro del FC Barcelona en materia de derechos audiovisuales”, fue emitido poco después del anuncio de que Lionel Messi saldrá del Barça tras más de veinte años en el club.
De su lado, el Real Madrid concluye su nota anunciando que reunirá a sus socios en asamblea para tratar del tema y “las importantes pérdidas patrimoniales sin precedentes en nuestros 119 años de historia que dicho acuerdo causaría.